Mi hermana pasa la cara de la muñeca por el barro
y después se trepa por la ventana del camión.
Me ignora mientras camino alrededor
golpeando los neumáticos desinflados con un fierro.
El viejo me grita que me entre
pero sigo caminando alrededor del camión, golpeando más fuerte
hasta que llama mi madre.
Tomo una roca y la arrojo por la ventana de la cocina
pero se queda corta.
la voz del viejo hace rebotar el aire como una pelota
no puedo pasar mi pierna por arriba.
Me paro a su lado, esperando, pero no levanta la mirada
y aprieto el fierro, lo levanto, el cráneo se le parte.
Mi madre corre hacia nosotros, me quedo quieto,
le doy por la espalda mientras se inclina sobre él.
Arrojo el fierro y tomo el rifle de la casa.
Las rosas son rojas, las violetas azules
una bala para el caballo negro, dos para el castaño.
Caen rápido. Escupo, mi lengua ensangrentada,
he mordido esto. Me río, me acuerdo de la que anda afuera.
La atrapo bajándose del camión, disparo.
La muñeca aterriza en la tierra con ella.
La recojo y la mezo entre mis brazos.
Sí. Soy Jack, hijo de Hogarth.
Soy ágil. Soy rápido.
En la casa, me pongo el mejor traje del viejo
y sus zapatos de charol.
Empaco el camisón de mi madre
y la muñeca de mi hermana en la maleta.
De ahí salgo y cruzo los campos hasta la carretera.
Tengo catorce. Soy un viento desde ninguna parte.
Yo puedo romperte el corazón.
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